En la Argentina de los '80, los vecinos hacían su compra habitual en el almacén de la esquina o el mercado más cercano. Para mucha gente, el uso de tarjetas de crédito o débito no era masivo como ahora. Tampoco era común el servicio de entrega a domicilio. Las personas solían abonar en efectivo, llevando consigo billetes y monedas cada vez que salían.
Sin embargo, al igual que en la actualidad, la información sobre el dólar, los datos de la inflación y la pérdida de valor de nuestra moneda eran temas frecuentes de conversación. El caso es que, para hacer frente a los problemas "financieros" había una tradición muy extendida: la libreta del almacenero.
El sistema era simple, efectivo y de uso muy difundido. Cuando las personas no tenían suficiente cantidad de dinero para abonar su compra, el almacenero le fiaba esa compra registrando la operación y el nombre del vecino en una libreta, que hacía las veces de cuenta corriente. En otro momento, cuando la gente cobraba o contaba con efectivo, se acercaba al lugar y saldaba su deuda.
Imaginemos una tecnología que hubiera permitido a los clientes del almacén minimizar el riesgo asociado al uso de una única libreta. Un sistema donde todos los usuarios hubieran podido registrar con seguridad cada una de las operaciones, como si cada uno contara con una copia de esa libreta y fuera el conjunto de los participantes el que validara la totalidad de las operaciones de cada cuenta. En los '80 esa alternativa no estaba disponible. En cambio, hoy esa tecnología está entre nosotros y se llama blockchain.
Conocidas también como cadenas de bloques, las blockchains funcionan como una libreta descentralizada donde se registran de forma segura todas las transacciones que los participantes realizan a través de la red.
Además de la seguridad, la tecnología blockchain ofrece múltiples beneficios, como la transparencia y la eliminación de intermediarios en las transacciones, lo que a su vez da lugar a menores costos. La cuestión de la reducción de costos es de particular importancia para impulsar la libertad y la inclusión financiera, ampliando así el mercado de usuarios de blockchain en países en vías de desarrollo.
La diversidad de atributos propios de las blockchains explican la aparición de las billeteras digitales y su elección por parte de los consumidores. Sin embargo, lejos de extrañar la portación de billetes y monedas, los consumidores prefieren cada vez más las billeteras digitales.
Las llamadas "wallets" o billeteras digitales permiten no solo almacenar criptomonedas (como la clásica alcancía donde los chicos guardaban sus monedas), sino que ofrecen la posibilidad de comprar, vender, enviar y recibir activos digitales de forma segura.
Ni el fútbol ni el tango. Ni el mate ni el asado. Tampoco el dulce de leche. La otra pasión argentina es el dólar. Sin duda, el dólar es una de las alternativas preferidas para protegernos de la devaluación... y afortunadamente, ¡el dólar tiene una versión digital! Se trata del USDC, cuya sigla hace referencia a United States Dollar Coin, es decir, la moneda de dólar de Estados Unidos.
Creada en 2018 por iniciativa de Circle, una empresa internacional de tecnología financiera y Coinbase, una compañía que busca masificar el acceso a la cripto economía, la stablecoin o moneda estable de dólar conocida como USDC tiene ciertas características dignas de destacar.
Tal como vimos en el punto anterior, es posible encontrar al USDC en varias redes como Stellar, Algorand y Solana, entre otras. Siendo el USDC la segunda stablecoin con mayor capitalización del mercado luego del USDT (Tether), no es de extrañar que actualmente tenga presencia en más de 50 redes.
Por si fuera poco, recientemente Circle anunció el lanzamiento de un USDC nativo de la red Arbitrum. ¿Qué es esto de un USDC nativo de determinada red? Un USDC "nativo" se refiere a la stablecoin de USDC que se emite y opera en una red específica, como Stellar o Ethereum.
Acerca de Stellar: Fundada en 2014 por Jed McCaleb, quien fuera co-fundador de Ripple (un servicio destinado a transferencias muy rápidas y económicas entre instituciones financieras), Stellar se enfoca en la inclusión financiera de las personas y es reconocida como una eficiente red para pagos y transferencias internacionales que ofrece rapidez y bajo costo. La criptomoneda nativa de Stellar es el Lumen (XLM), aunque también admite USDC, entre otras.
Acerca de Ethereum: Lanzada en 2015 por Vitalik Buterin, la empresa se convirtió en una de las redes más grandes. Debido a su capacidad de ejecución de contratos inteligentes y desarrollo de aplicaciones descentralizadas, allí se han creado cantidad de innovadores proyectos y dApps. La criptomoneda nativa de Ethereum es el Ether (ETH) y puede manejar otras criptomonedas como el USDC.
Recordemos que Stellar es una red diseñada para facilitar transacciones rápidas y de bajo costo. La compra de USDC mediante Stellar puede efectuarse por medio de Lumens (XLM) u otros activos digitales disponibles, según las opciones presentes en la plataforma que el usuario elija.
En Argentina, por ejemplo, los usuarios de la billetera digital Vibrant pueden efectuar fácilmente la compra de USDC realizando una transferencia de pesos argentinos (ARS) desde la caja de ahorros de su cuenta bancaria.
Ya en la app, verán esa misma suma como ARST, la stablecoin del peso argentino. Solo tendrán que definir el monto de USDC a adquirir y, tras confirmar la operación, verán de forma instantánea su nuevo saldo en USDC.
Toda la operación descrita en el párrafo previo es totalmente libre de comisiones por parte de Vibrant al igual que el mecanismo inverso. Es decir, vender USDC a cambio de ARST y luego enviar esos fondos de vuelta a la cuenta bancaria no representa ningún costo para el usuario de Vibrant.
Para comprar USDC en Ethereum puede ser necesario utilizar su criptomoneda nativa, el Ether (ETH).
Si bien ambas redes albergan USDC, tratándose de diferentes blockchains no es posible realizar transacciones directas (por ejemplo: enviar USDC de Ethereum a una dirección Stellar). Para transferir USDC de una red hacia otra, existe un proceso conocido como "puente" entre ambas redes. Para ello es necesaria la existencia de una cuenta o billetera en la red de origen y otra en la de destino.
También se precisa de un servicio que ofrezca el puente que tenga compatibilidad con ambas redes, como los servicios de intercambio (exchange). Este procedimiento puede tomar un tiempo de procesamiento y confirmación antes de efectuar la transferencia, además de generar comisiones por el servicio.
La empresa Circle ha desarrollado un protocolo llamado Cross-Chain Transfer Protocol (CCTP) o Protocolo de Transferencia entre Cadenas, el cual no hace otra cosa que eliminar determinada cantidad de USDC en la red de origen y generar la misma cantidad en la red de destino.
Si bien su uso no es masivo, al permitir la transferencia de activos digitales entre diferentes blockchains de manera descentralizada (sin intermediarios) ofrece mayor eficiencia y autonomía que el sistema de puentes.
Dado el dinamismo y la evolución constante de la economía digital, es de esperarse que en un futuro cercano se desarrollen más y mejores alternativas para transferir USDC entre distintas redes, lo cual redundará en beneficios para las personas y las empresas que eligen a diario operar con USDC.
A modo de conclusión, podemos decir que, si bien el USDC es una stablecoin de amplia presencia en distintas redes, el principal beneficio de su envío y recepción mediante Stellar radica en la bajísima comisión propia de esta red como así también en la seguridad y velocidad de la transacción. Testigos de ello son los usuarios de Vibrant, la billetera digital que opera en Stellar, quienes no abonan comisiones por comprar, enviar o recibir USDC.